Mi vida sólo te pertenece a ti,
porque tú me la diste señor;
lo que quieres hacer, hazlo en mí,
yo me entrego
en tus manos,
mi buen salvador.
Gracias Jesús,
por tomar mi lugar,
gracias
Señor, por morir en la cruz
y llevar mis
angustias para darme tu paz,
por borrar mis tinieblas y brindarme tu luz.
Cumple señor, tu propósito en mí,
enséñame el camino en que yo debo andar;
convierte mi existencia en gloria para ti,
yo quiero
de tu mano
siempre caminar.
Y gracias, Padre, por mandar a Jesús,
gracias mi Dios por tu infinito amor,
valió la pena sufrir este dolor
para poder pasar de tinieblas a luz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario