LECCIÓN 2
“Por
cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios” (Ro. 3: 23).
OBJETIVOS:
Que el lector conozca qué es pecado, su origen, sus formas, sus
consecuencias, y su solución.
2. 1. Qué es
Pecado es cualquier tipo de desobediencia a Dios, y nos separa
automáticamente de Él: “Vuestras
iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros
pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Is. 59: 2)
Todo hombre nace con naturaleza pecaminosa (Ro. 7: 17-20; Ef. 2:
3). Si observamos a un niño, encontramos en él la tendencia a hacer lo malo,
cuando tira del cabello a su mamá, o le muerde el pezón cuando ella lo
amamanta, pisotea a un animal indefenso, destruye lo que encuentra a su paso,
golpea a otros niños, es egoísta, envidioso, rebelde, cruel, desobediente, etc.
El pecado del hombre nació en el Edén (Gn. 3: 4-6) con la
desobediencia de Adán y Eva, ante la orden de Dios: “pero del fruto del árbol que está en medio del
huerto, dijo Dios: no comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis” (Gn.
3: 3). Cuando el hombre y la mujer desobedecen el mandato divino, buscando ser
como Dios (egolatría), Dios los arroja de su presencia (la separación de Dios
es la muerte espiritual) y coloca ángeles y una espada de fuego que les impide
regresar (Gn. 3: 24).
Si analizamos más detenidamente este pasaje, encontramos que el
primer pecado del ser humano fue la idolatría, cuando Eva engañada por la
serpiente (2ª Co. 11: 3) indujo a su esposo Adán y los dos dejaron de escuchar la voz de su
Creador por atender la voz de la criatura, esto es, satanás, cuando les dijo: “No moriréis, sino que... seréis como Dios” (Gn.
3: 4-5), desmintiendo lo dicho por el Señor, cosa que siempre ha caracterizado
al tentador. Y en la carta a los Romanos, el apóstol Pablo dice que “En lugar de la verdad de Dios, han buscado la
mentira, y han honrado y adorado las cosas creadas por Dios y no a Dios mismo
que las creó y que merece alabanza por siempre. Amén. Por eso Dios los ha
abandonado a pasiones vergonzosas” (Ro. 1: 25-26, Biblia
católica Dios Habla Hoy). Así, la esclavitud del pecado viene sobre el género
humano cuando dejamos de rendir culto a nuestro Dios y Creador, para rendir
culto a la creación, esto es, a las cosas creadas.
2. 2. Formas de pecar:
v
De
pensamiento: “Oísteis que fue dicho: No
cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mt. 5: 27-28)
v
De
palabra: “Oísteis
que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable
de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será
culpable de juicio; y
cualquiera que le diga: necio a su hermano, será culpable ante el
concilio; y cualquiera que le diga. Fatuo, quedará expuesto al infierno
de fuego” (Mt. 5: 21-22); “Mas
yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el
día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras
serás condenado” (Mt. 12: 36-37).
v
De
acción: “Y vio la mujer que el
árbol era bueno para comer, y era agradable a los ojos, y árbol codiciable para
alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido,
el cual comió así como ella” (Gén.
3: 6). “Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al
campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su
hermano Abel, y lo mató”.
v
De
omisión: “No te niegues a hacer el
bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo” (Pr.
3:27). “Pero cualquiera que me
oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que
edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron
vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”
(Mt. 7: 26-27).
“¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que yo os digo?” (Lc.
6: 46); “Y al que sabe hacer lo
bueno y no lo hace, le es pecado” (Stg. 4: 17). “Yo he
buscado entre esa gente a alguien que haga algo a favor del país y
que interceda ante mí para que yo no los destruya, pero no lo he encontrado” (Ezequiel
22:30, Biblia Dios Habla Hoy).
v
La
falta de fe también es pecado: “...
Al oírlo Jesús se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo,
que ni aún en Israel he hallado tanta fe.
Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con
Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos de reino serán
echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mt.
8: 5-13); “...y todo lo que no
proviene de fe, es pecado” (Ro. 14: 23b); “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que
el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan” (Heb. 11: 6).
2. 3.
Consecuencias del pecado:
v
Separación de Dios (Gn. 3: 23-24; Is. 59: 2) que
es la misma muerte espiritual (Ro. 6: 23).
v
Muerte espiritual (Gn. 3: 3; Lc. 15: 24; Ro. 5:
12; Stg. 1: 15); muerte física (1ª Co. 15: 53-57); condenación a muerte eterna (Ap. 21: 8).
v
Abre la
puerta a satanás (1ª S. 16: 14; Jn. 8: 44; Ef. 4: 26-27; 2ª Co. 2: 10-11; Stgo.
4: 7).
v
Maldición (Gn. 4:11-12; Dt. 28:15-68), derrota
(Jos. 7; Jue. 16:4-21), esclavitud (Ro. 6: 16), cautividad (Ezq. 39: 23), juicio
(Mt. 5:21-22 y 12:36); etc.
2. 4. No hay pecado leve
El Señor Jesucristo nos aclara muy bien esta verdad en el sermón
del monte (Mat. Capítulos 5, 6, y 7).
Ejemplo: “Oísteis que fue dicho a los
antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo
os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que le diga: Necio a su
hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga. Fatuo,
quedará expuesto al infierno de fuego” (Mt. 5: 21-22). Y el
apóstol Santiago nos explica algo más: “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se
hace culpable de todos” (Stg. 2: 10).
2. 5. Clases de pecadores y reacción de Dios ante cada uno
2. 5. 1. El que peca por ignorancia:
v
Por rechazar el conocimiento:”Mi pueblo fue destruido porque le faltó
conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio” (Is.
5: 13-a; Os. 4: 6a).
v
Por
no tener acceso al conocimiento: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los
tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que
se arrepientan” (Hch. 17: 30). “ Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús, nuestro Señor,
porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes
blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo
hice por ignorancia, en incredulidad” (1ª Ti. 1:12-13).
2. 5. 2. El que peca por debilidad:
“Porque no hago el bien que yo quiero, sino el
mal que no quiero, eso hago... ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este
cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios por Jesucristo Señor nuestro” (Ro.
7: 19-25a); Leer también 2ª Co. 12: 7-11. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza,
pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (He.
4: 15-16). “Pues en cuanto Él mismo
padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” (He.
2: 18).
2. 5. 3. El que peca por maldad:
¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad,
generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira el
Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún?
¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma y todo corazón doliente. Desde
la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida,
hinchazón y podrida llaga; no están curadas ni vendadas, ni suavizadas con
aceite. Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades están puestas a fuego,
vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como
asolamiento de extraños” (Is.1: 4-7). “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de
delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad
el juicio, restiuid al agraviado, haced justicia al huérfano amparad a la
viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren
como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el
bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a
espada, porque la boca de Jehová lo ha dicho” (Is. 1: 15-20); “Jehová es tardo para la ira y grande en poder,
y no tendrá por inocente al culpable” (Nah. 1: 3-a). “Pero los cobardes e incrédulos, los fornicarios
y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago
que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Ap.
21: 8). “Los cuales sufrirán pena
de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder “ (2ª Tes. 1: 9).
2. 6. Redención del pecado:
Redención significa “liberación mediante el pago de un rescate”.
El hombre,
por su desobediencia, pasó a ser esclavo del pecado (Jn. 8: 31-35; Ro. 6: 16) y
la única forma de ser libre de esta esclavitud es que Jesucristo, siendo Dios,
se hiciera hombre y venciera el pecado por cuanto nunca pecó (He. 4: 15; Ap. 5)
y diera su vida en rescate nuestro por el precio de su sangre derramada en la
cruz (Mt. 20: 28; Jn. 8: 36; Ro. 3: 24; 1ª Co. 6: 20). “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él, el pecado de todos nosotros” (Is. 53: 6). Él
tomó nuestro lugar para librarnos de la muerte eterna, porque el Padre “Al que no conoció pecado (esto es a
Jesucristo) por
nosotros lo hizo pecado (porque puso sobre Él, todos nuestros pecados), para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios (justificados) en él” (2ª Co. 5: 21). “En esa
voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha
una vez para siempre” (He. 10: 10).
Podríamos
decir en otras palabras que tres secuestradores, el mundo, nuestra carne que es
nuestra naturaleza pecadora, y el diablo, nos tenían cautivos en una cárcel
llamada pecado. Pero Cristo dio al Padre celestial el precio de su sangre
derramada en la cruz, como pago por nuestro rescate.
Para poder ilustrar mejor lo que Jesucristo hizo por nosotros,
podemos poner un ejemplo: Jorge y José son dos grandes amigos. Jorge comete un
delito y es condenado a cadena perpetua, salvo que cancele mil millones de
pesos. José que ama entrañablemente a su
amigo, se presenta ante el juez y se ofrece voluntariamente: “Señor juez, yo
quiero pagar esos mil millones de pesos para que mi amigo no sea condenado”.
Ahora Jorge tiene ante él dos opciones: Aceptar que su amigo José pague el
precio de su condena, o rechazar la oferta e ir a la cárcel a pagar su delito.
Lo mismo sucede con nuestra salvación. Eso fue lo que hizo Jesús en la cruz. La
cruz era para el pecador, no para el justo. Si Jesús hubiera pecado, hubiera
tenido que pagar sus propios pecados y no hubiera podido salvarnos. Pero como
Él no pecó, pudo tomar nuestro lugar pagando el castigo que nuestras maldades
merecían. Sólo que para ser libres de nuestros pecados y maldiciones, debemos
aceptar el perdón que Cristo compró para nosotros, al precio de su sangre, como
lo veremos en la siguiente lección titulada “La Salvación ”.
2. 7. Cómo prevenir el pecado
2. 7. 1. Rendir nuestra vida a Cristo
renunciando a toda forma de idolatría
Por
cuanto Él fue el único que venció el pecado y nos da su autoridad sobre la
tentación (Jn. 15: 4-5; He. 2: 18, 4: 15-16 y 12:2-4). Más detalles en la Lección 3.
2. 7. 2. La palabra de Dios
Es la
guía que nos muestra el camino de la obediencia:
“Nunca
se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Jos.
1: 8). “No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt. 7: 21); “Cualquiera que me oye estas palabras y las
hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra
aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” (Mt.
7: 24-25).
EVALUACIÓN
1.
Defina
qué es pecado
2. Enumere las diferentes
formas en que podemos pecar:
a. _____________________________________
b. _____________________________________
c. _____________________________________
d. _____________________________________
3. Explique las consecuencias del pecado:
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
4. Defina qué es redención:
5. ¿Cuál fue el precio de nuestra
redención?
6. Lea Lucas 23: 13-25. ¿Qué parecido encuentra entre
Barrabás y toda la humanidad?
7.
Con base en la concordancia elabore un
estudio sobre los diferentes juicios de Dios por el pecado:
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