lunes, 15 de septiembre de 2014

EL PECADO

LECCIÓN 2

 “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios” (Ro. 3: 23).


OBJETIVOS:

Que el lector conozca qué es pecado, su origen, sus formas, sus consecuencias, y su solución.

2. 1. Qué es

Pecado es cualquier tipo de desobediencia a Dios, y nos separa automáticamente de Él: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”  (Is. 59: 2)

Todo hombre nace con naturaleza pecaminosa (Ro. 7: 17-20; Ef. 2: 3). Si observamos a un niño, encontramos en él la tendencia a hacer lo malo, cuando tira del cabello a su mamá, o le muerde el pezón cuando ella lo amamanta, pisotea a un animal indefenso, destruye lo que encuentra a su paso, golpea a otros niños, es egoísta, envidioso, rebelde, cruel, desobediente, etc.

El pecado del hombre nació en el Edén (Gn. 3: 4-6) con la desobediencia de Adán y Eva, ante la orden de Dios: “pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, dijo Dios: no comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis” (Gn. 3: 3). Cuando el hombre y la mujer desobedecen el mandato divino, buscando ser como Dios (egolatría), Dios los arroja de su presencia (la separación de Dios es la muerte espiritual) y coloca ángeles y una espada de fuego que les impide regresar (Gn. 3: 24).

Si analizamos más detenidamente este pasaje, encontramos que el primer pecado del ser humano fue la idolatría, cuando Eva engañada por la serpiente (2ª Co. 11: 3) indujo a su esposo Adán  y los dos dejaron de escuchar la voz de su Creador por atender la voz de la criatura, esto es,  satanás, cuando les dijo: “No moriréis, sino que... seréis como Dios” (Gn. 3: 4-5), desmintiendo lo dicho por el Señor, cosa que siempre ha caracterizado al tentador. Y en la carta a los Romanos, el apóstol Pablo dice que “En lugar de la verdad de Dios, han buscado la mentira, y han honrado y adorado las cosas creadas por Dios y no a Dios mismo que las creó y que merece alabanza por siempre. Amén. Por eso Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas” (Ro. 1: 25-26, Biblia católica Dios Habla Hoy). Así, la esclavitud del pecado viene sobre el género humano cuando dejamos de rendir culto a nuestro Dios y Creador, para rendir culto a la creación, esto es, a las cosas creadas.
2. 2. Formas de pecar:

v  De pensamiento: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mt. 5: 27-28)

v  De palabra: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que le diga: necio a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga. Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” (Mt. 5: 21-22); “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que  hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mt. 12: 36-37).

v  De acción: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”   (Gén. 3: 6).  “Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató”.

v  De omisión: “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo” (Pr. 3:27). “Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mt. 7: 26-27). “¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que yo os digo?” (Lc. 6: 46); “Y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Stg. 4: 17). “Yo he buscado  entre esa gente  a alguien que haga algo a favor del país y que interceda ante mí para que yo no los destruya, pero no lo he encontrado” (Ezequiel 22:30, Biblia Dios Habla Hoy).

v  La falta de fe también es pecado: “... Al oírlo Jesús se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aún en Israel he hallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos de reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mt. 8: 5-13); “...y todo lo que no proviene de fe, es pecado” (Ro. 14: 23b); “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Heb. 11: 6).




2. 3. Consecuencias del pecado:

v  Separación de Dios (Gn. 3: 23-24; Is. 59: 2) que es la misma muerte espiritual (Ro. 6: 23).
v  Muerte espiritual (Gn. 3: 3; Lc. 15: 24; Ro. 5: 12; Stg. 1: 15); muerte física (1ª Co. 15: 53-57);  condenación a muerte eterna (Ap. 21: 8).
v   Abre la puerta a satanás (1ª S. 16: 14; Jn. 8: 44; Ef. 4: 26-27; 2ª Co. 2: 10-11; Stgo. 4: 7).
v  Maldición (Gn. 4:11-12; Dt. 28:15-68), derrota (Jos. 7; Jue. 16:4-21), esclavitud (Ro. 6: 16), cautividad (Ezq. 39: 23), juicio (Mt. 5:21-22 y 12:36); etc.

2. 4. No hay pecado leve

El Señor Jesucristo nos aclara muy bien esta verdad en el sermón del monte (Mat. Capítulos 5, 6, y 7). Ejemplo: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que le diga: Necio a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga. Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” (Mt. 5: 21-22). Y el apóstol Santiago nos explica algo más: Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos” (Stg. 2: 10).

2. 5. Clases de pecadores y reacción de Dios ante cada uno

2. 5. 1. El que peca por ignorancia:

v  Por rechazar el conocimiento:”Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio” (Is. 5: 13-a; Os. 4: 6a).

v  Por no tener acceso al conocimiento: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hch. 17: 30). “ Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús, nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad” (1ª Ti. 1:12-13).

2. 5. 2. El que peca por debilidad:

Porque no hago el bien que yo quiero, sino el mal que no quiero, eso hago... ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios por Jesucristo Señor nuestro” (Ro. 7: 19-25a); Leer también 2ª Co. 12: 7-11. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (He. 4: 15-16). “Pues en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” (He. 2: 18).

2. 5. 3. El que peca por maldad:

¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira el Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas ni vendadas, ni suavizadas con aceite. Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades están puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños” (Is.1: 4-7). “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restiuid al agraviado, haced justicia al huérfano amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada, porque la boca de Jehová lo ha dicho” (Is. 1: 15-20); “Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable” (Nah. 1: 3-a). “Pero los cobardes e incrédulos, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Ap. 21: 8). “Los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder “  (2ª Tes. 1: 9).

2. 6. Redención del pecado:

Redención significa “liberación mediante el pago de un rescate”.

El hombre, por su desobediencia, pasó a ser esclavo del pecado (Jn. 8: 31-35; Ro. 6: 16) y la única forma de ser libre de esta esclavitud es que Jesucristo, siendo Dios, se hiciera hombre y venciera el pecado por cuanto nunca pecó (He. 4: 15; Ap. 5) y diera su vida en rescate nuestro por el precio de su sangre derramada en la cruz (Mt. 20: 28; Jn. 8: 36; Ro. 3: 24; 1ª Co. 6: 20). “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él, el pecado de todos nosotros” (Is. 53: 6). Él tomó nuestro lugar para librarnos de la muerte eterna, porque el Padre “Al que no conoció pecado (esto es a Jesucristo) por nosotros lo hizo pecado (porque puso sobre Él, todos nuestros pecados), para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios (justificados) en él” (2ª Co. 5: 21). “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (He. 10: 10).

Podríamos decir en otras palabras que tres secuestradores, el mundo, nuestra carne que es nuestra naturaleza pecadora, y el diablo, nos tenían cautivos en una cárcel llamada pecado. Pero Cristo dio al Padre celestial el precio de su sangre derramada en la cruz, como pago por nuestro rescate.

Para poder ilustrar mejor lo que Jesucristo hizo por nosotros, podemos poner un ejemplo: Jorge y José son dos grandes amigos. Jorge comete un delito y es condenado a cadena perpetua, salvo que cancele mil millones de pesos. José  que ama entrañablemente a su amigo, se presenta ante el juez y se ofrece voluntariamente: “Señor juez, yo quiero pagar esos mil millones de pesos para que mi amigo no sea condenado”. Ahora Jorge tiene ante él dos opciones: Aceptar que su amigo José pague el precio de su condena, o rechazar la oferta e ir a la cárcel a pagar su delito. Lo mismo sucede con nuestra salvación. Eso fue lo que hizo Jesús en la cruz. La cruz era para el pecador, no para el justo. Si Jesús hubiera pecado, hubiera tenido que pagar sus propios pecados y no hubiera podido salvarnos. Pero como Él no pecó, pudo tomar nuestro lugar pagando el castigo que nuestras maldades merecían. Sólo que para ser libres de nuestros pecados y maldiciones, debemos aceptar el perdón que Cristo compró para nosotros, al precio de su sangre, como lo veremos en la siguiente lección titulada “La Salvación”.

2. 7. Cómo prevenir el pecado

2. 7. 1. Rendir nuestra vida a Cristo renunciando a toda forma de idolatría

Por cuanto Él fue el único que venció el pecado y nos da su autoridad sobre la tentación (Jn. 15: 4-5; He. 2: 18, 4: 15-16 y 12:2-4). Más detalles en la Lección 3.

2. 7. 2. La palabra de Dios

Es la guía que nos muestra el camino de la obediencia:

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Jos. 1: 8). “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt. 7: 21); “Cualquiera que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca” (Mt. 7: 24-25).



 EVALUACIÓN


1.      Defina qué es pecado


2.  Enumere las diferentes formas en que podemos pecar:

a.      _____________________________________
b.      _____________________________________
c.       _____________________________________
d.      _____________________________________

3.      Explique las consecuencias del pecado:
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________


4.      Defina qué es redención:


5.      ¿Cuál fue el precio de nuestra redención?


6.      Lea Lucas 23: 13-25. ¿Qué parecido encuentra entre Barrabás y toda la humanidad?




7. Con  base en la concordancia elabore un estudio sobre los diferentes juicios de Dios por el pecado:










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