Señor Jesucristo, a ti que eres Dios y hombre a la vez, te pido que pongas
en mí tu corazón, y que me des tu carácter. Hazme paciente y de corazón humilde
como tú. Ayúdame a marchar a tu lado y a
seguir siempre tu ejemplo. Hazme un instrumento de paz, amor y bendición. Que
mis palabras no sean dardos que hieran, sino bálsamo que sane. Que todos mis
actos reflejen tu presencia en mí. Que siempre sea factor de unidad y nunca de división. Permíteme mirar a mi prójimo con
tus ojos y amarlo con tu amor. Dame sabiduría para manejar mis relaciones con
los demás. Que siempre devuelva bien por mal. Que por cada ofensa regale una
sonrisa. Que no juzgue para que no sea juzgado. Que no condene para que no sea
condenado. Que siempre perdone para poder ser perdonado. Que esté dispuesto a
bendecir y a amar aún aquellos que me
maldicen y persiguen. Que cuando dé, lo haga sin esperar nada a cambio, porque
la recompensa viene de ti. Hazme misericordioso, tolerante, justo y
pacificador, para que en lugar de incendiar, sea bombero en los conflictos y
para que pueda soportar, aún a los
insoportables. Que busque enseñar con mi ejemplo y no con solas palabras para
que mi vida entera te glorifique y sea un seguir continuamente tus pisadas y un
escuchar tu voz. En tu nombre santo, señor Jesucristo, amén y amén.
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