lunes, 21 de septiembre de 2015

La sabiduría divina y la locura de su predicación


Como dice Génesis 1:1-5,  Dios creó los cielos y la tierra pero el tiempo no existía todavía. Sólo había caos y oscuridad. Cuando hace el día y la noche es que empieza el tiempo a contabilizarse. Pero para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. Y así como sus pensamientos son más altos que los nuestros y sus caminos son más altos que nuestros caminos, así la metodología divina  del tiempo y su creación es incomprensible para  nosotros que no somos sino parte de ella y aún siendo el centro de su obra, nunca podremos descifrar los misterios de su conocimiento y de su grandeza:

“Está escrito: ‘Destruiré la sabiduría de los sabios; frustraré la inteligencia de los inteligentes’.  “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el erudito? ¿Dónde el filósofo de esta época? ¿No ha convertido Dios en locura la sabiduría de este  mundo? Ya que Dios en su sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen. Los judíos piden señales milagrosas y los gentiles buscan sabiduría, mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo  para los judíos, y es locura para los gentiles, pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios. Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana. ..Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios… “(1ª Corintios 1:19-29).

No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre” (Hechos 1:7).  “¿Quién ha conocido la mente del Señor?, o quién ha sido su consejero?” (Romanos 11:34). “El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente” (1ª Corintios 2:14

“¿Acaso no lo sabían ustedes? ¿No se habían enterado? ¿No se les dijo desde el principio? ¿No lo entendieron desde la fundación del mundo? Él reina sobre la bóveda de la tierra, cuyos habitantes son como langostas. Él extiende los cielos como un toldo, y los despliega como carpa para ser habitada. Él anula a los poderosos, y a nada reduce a los gobernantes de este mundo…Alcen los ojos y miren a los cielos; ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de las estrellas una por una y llama a cada una por su nombre. Es tan grande su poder y tan poderosa su fuerza,  que no falta ninguna de ellas… ¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga y su inteligencia es insondable” (Isaías 40:21-28).

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