domingo, 19 de octubre de 2014

CONOCIENDO MÁS A NUESTRO DIOS


 LECCIÓN 6

“Porque misericordia quiero y no sacrificio y conocimiento de Dios más que holocaustos” (Os. 6: 6).


OBJETIVOS: 

Identificar correctamente a nuestro Dios, sus atributos, su señorío, su poder, su perfecto amor, para poder eliminar todo argumento que se levante contra el conocimiento de nuestro Creador (2ª Co. 10: 5).

6. 1. Nombres de Dios en hebreo (Antiguo Testamento).

v  Adonai: Significa Señor, dueño (Is. 6:1).


v  Elohim: Significa un solo Dios en plural (Gén. 1: 26); Dios fuerte, lleno de poder (Gen. 1: 1).  Aparece 2.312 veces en el Antiguo Testamento.


v  El-Shaddai: Quiere decir Dios Todopoderoso (Gn. 17: 1).


v  El-Elión: Significa Dios Altísimo (Gn. 14: 18; Sal. 91: 1).


v  El-Olam: Quiere decir Dios Eterno (Gn. 21: 33).


v  El-Ganna: Significa Dios Celoso (Ex. 20: 5; 34: 14)


v  El-Hai: Quiere decir Dios Viviente (Jos. 3: 10).


v  El Santo de Israel: El Dios de Israel (Is. 1: 4).


v  Torre Fuerte (Pr. 18: 10).


v  El Fuerte de Israel (Is. 1: 24).


v  Jehová o Yahveh: Es el nombre que algunos traductores dieron a Dios al agregarle a las consonantes YHVH, cuya pronunciación era imposible, las vocales e, o, a. Su significado es “YO SOY” (Ex. 3: 13-14). La pronunciación más correcta debió ser Yahveh. Aparece 6.499 veces en el Antiguo Testamento.  Expresiones compuestas con este nombre significan:


v  Jehová o Yahveh Jireh: Jehová o Yahveh Proveerá (Gn.   22: 13-14).


v  Jehová o Yahveh Rafah: Jehová o Yahveh tu sanador (Ex.15: 26).


v  Jehová o Yahveh Nissi: Jehová o Yahveh es mi estandarte (Ex. 17: 15).


v  Jehová o Yahveh Shalom: Jehová o Yahveh es paz (Jue. 6: 24).


v  Jehová o Yahveh Raah: Jehová o Yahveh es mi pastor (Sal. 23: 1).


v  Jehová o Yahveh Tsidkenu: Jehová o Yahveh, justicia nuestra (Jer. 23: 6).


v  Jehová o Yahveh de los ejércitos: Creador Todopoderoso (Is. 54: 5).


Como podemos ver, los nombres de Dios describen lo que es Él para nosotros.  En nuestra oración diaria siempre debemos confesar los nombres de Dios con acción de gracias (Mt. 6: 9; Fil. 4: 6; 1ª. Tes. 5:18), por ejemplo: “Gracias Señor, porque tú eres Rafah, mi sanador; gracias Señor porque tú eres Raah, mi pastor y nada me falta”, etc.



6. 2. Atributos de Dios:


v  Eterno: El tiempo no lo puede limitar, pues no tuvo principio ni tendrá fin (Gén. 21: 33; Dt. 33: 27; Sal. 90: 2; 103:17; Jer. 10: 10; Romanos 16:26) y nuestra noción del tiempo es diferente a la de Él (Sal. 90: 4; 2ª. P. 3: 8).


v  Omnisciente: Porque todo lo sabe (Sal. 139: 1-6; Jn. 4: 17-18).


v  Omnipresente: Porque está presente en todas partes (Sal. 139: 7-10, Jer. 23: 24).


v  Omnipotente: Porque todo lo puede (Sal. 115: 3; Jer .32: 17-18, 27).


v  Invariable (Mal. 3: 6).


v  Creador (Gén. 1:1- 2:22; Jer. 10:12; 1ª Pedro 4:19).


v  Sabio (1ª Tim. 1:17.)


v  Fiel (Dt. 7: 9; Jos. 21: 43-45; 1ª Co. 1:9;  2ª Tes. 3: 3;  He. 10: 23).


v  Justo y recto (Dt. 32: 4-5).


v  Santo  (Is. 6: 3;  37: 23;  41:14;  57: 15).


v  Misericordioso (Ex. 34: 6; Is. 55: 7).


v  Bueno (Sal. 25:8; 100:5; Lm. 3:25; Nah. 1:7).


v  Espíritu (Jn. 4: 24).


v  Salvador, Redentor, Fuerte (Is. 49: 26).


v  Guardador (Sal. 121: 5 y  41: 2;  Is. 26: 3 y 27: 3).


v  Roca y fortaleza (1ª. S. 22:3; Sal. 27:1; Hab. 3: 19).


v  Alegría y gozo (Hab. 3:18).


v  Luz  (1ª Jn. 1: 5).


v  Verdadero, Vivo y Rey (Jer. 10: 10).


v  Creador de todo (Gn. 1: 1-2: 3; Jer. 10: 12; Jn. 1: 3).


v  Escudo nuestro (Gn. 15: 1; 2ª S. 22: 3;  Sal. 3: 3).


v  Libertador (2ª S. 22;2; Sal. 70:5; y 144: 2).


v  Torre Fuerte (Sal. 61:3; Pr. 18:10).


v  Alto refugio ( 2ª S. 22: 3).


v  Es, ante todo, Padre  (Is. 63: 16).  Traducido del Arameo Abba, es una expresión de plena confianza y sometimiento a su voluntad (Mr. 14: 36; Jn. 17: 11; Ro. 8: 15).


v  Por sobre todo, es amor (1ª. Jn. 4: 8,16).



6.3. Nuestro Dios es una unidad de tres


La palabra trinidad o trino significa “unidad de tres”. Así por ejemplo, un triángulo, siendo una sola figura geométrica, tiene tres ángulos y tres lados; un huevo es una unidad constituida por tres partes: cáscara, clara y yema, etc.


El ser humano, hecho a imagen y semejanza de Dios, también es una trinidad: Siendo un solo ser, es “espíritu, alma y cuerpo” (1ª Ts. 5:23).


Ahora bien, podemos analizar y comprobar que nuestro Dios es una unidad de tres o trinidad, constituida por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Si tenemos en cuenta que Dios creó todas las cosas por medio de La Palabra el Verbo de Dios, que es su Hijo Jesucristo (Jn. 1:1-3 y 14), cuando dijo: “Sea la luz, y fue la luz (Gn. 1: 3) mientras el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas (Gén. 1:2). Leer también Génesis 1: 6, 9, 11, 14, 20, 24)


“Dios, habiendo hablado de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días, nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien así mismo hizo el universo” (He. 1:1-2). Por eso Cristo “es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos, y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él” y “Él es la cabeza del cuerpo que es La Iglesia (Col. 1:15-18).


Y nótese que Dios siendo uno (Dt. 6:4), habló en plural cuando dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Gn. 1:26) ¿A quién enviaré y quien irá por nosotros?” (Is. 6:8) y “He aquí el hombre es como uno de nosotros” (Gn. 3:22).


Ahora bien, esto es fácil de ilustrar si tenemos en cuenta que:


“Nosotros siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros” (Ro. 12:5). “Porque así como el cuerpo “es uno” y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos” (1ª Co. 12: 12-14).


“Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús (Gá. 3:27-28).


“Para que todos sean uno; como tú, oh Padre en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Jn. 17:21).


Así como el cuerpo de Cristo es uno solo pero está constituido, por millones de creyentes al igual que la iglesia de Cristo es una sola conformada por todos los cristianos, asimismo “Dios es uno” pero constituido por el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno” (1ª Juan5:7).


Es como si tomáramos una flor de tres pétalos indivisibles, compuesta por una sola sustancia, una misma esencia, pero con algunas diferencias entre sí, o si miramos una de nuestras manos, vemos que tiene cinco dedos, pero es una sola.


En nuestro Dios podemos encontrar que:


v  El Padre es la primera autoridad (Is. 53: 6; Jn. 3: 16-17; 10: 29; 11: 42; 17: 1-26; Mat. 26: 42; etc.).


v  El Hijo es el único que se hizo hombre, murió y resucitó por nuestros pecados y es el único que nos puede llevar al Padre (Jn. 14: 6; He. 10: 19-20) y en cuyo único nombre hay salvación (Hch. 4: 11-12).


v  El Espíritu Santo es enviado por el Padre y el Hijo (Jn. 14: 26). Además Cristo dijo que se iría pero que enviaría al Espíritu Santo (Jn. 16: 7), por tanto el Espíritu Santo es el representante de Cristo en la tierra, aunque luego Cristo mismo viene a morar en el creyente (Ap. 3: 20; .Ef. 3: 17).


Analicemos algunos pasajes que mencionan las tres personas divinas como tales:


1.    En Jn. 6: 27, Jesucristo menciona al Padre como Dios.


2.    En He. 1: 5-8, Dios Padre se refiere al Hijo como a Dios.


3.    En Hch. 5: 3-4, dice el apóstol Pedro que al mentir Ananías al Espíritu Santo, le ha mentido a Dios. Por tanto, el Espíritu Santo es Dios.


La manifestación simultánea de las tres personas del Dios Todopoderoso, la encontramos en muchos pasajes, tales como:


·        En Mt. 3: 16-17: Cuando Jesucristo es bautizado, el Espíritu Santo desciende en forma de paloma, mientras se escucha la voz del Padre desde los cielos diciendo: “Este es mi Hijo amado…”. El Padre invisible exalta al Hijo; el Hijo hecho hombre se sujeta al Padre (Mt. 3: 15) y el Espíritu Santo es enviado del Padre al Hijo.


·        Cuando Jesucristo ordena a sus discípulos la gran comisión, les dice: “Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt. 28: 19).


·        En Ef. 1: 3-14 el apóstol Pablo menciona de manera muy clara e independiente, las tres personas de la Divinidad.


Por otra parte en Juan 3:16-17; 5:24, 6:38, 12: 49, 17:18, etc., en Gálatas 4:4-6, y en 1ª Juan 4:9-10, entre otras citas, la palabra de Dios nos enseña que El Padre envió a su Hijo a salvarnos de nuestros pecados. Y en muchísimos pasajes los apóstoles mencionan al Padre y al Hijo como dos personas: “Gracia y paz a vosotros de nuestro Dios y Padre y del Señor Jesucristo” (Ro. 1: 7; 1ª Co. 1:3;  2ª Co. 1:2; Gá. 1:3; Ef. 1:2; Fil. 1:2; Col. 1:2;  1ª Ts. 1:1 y 2ª Ts. 1:1-2; 1ª Ti. 1:1-2 y 2ª Ti. 1:2; Tit. 1:4: Flm. 1:3). “El que no escatimó ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros” (Ro. 8:32). “Bendito sea el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo” (2ª Co. 1:3;  Ef. 1:3; Col. 1: 3). “Por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de entre los muertos” (Gá. 1:1). “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre” (1ª Jn. 2: 22-23). “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1ª Jn 1: 3). “Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él (Ef. 1: 17). Etc.


En la oración que Jesús hizo al Padre por sus discípulos en Juan 17, encontramos esta tremenda petición: “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú oh Padre en mí  y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Jn. 17:20-21).


Infortunadamente algunas corrientes unitarias se han empeñado en negar que el Padre envió a su Hijo Jesucristo a morir por nuestros pecados, y han impedido que se cumpla la anhelada petición del Hijo de Dios.


Pero en  los siguientes pasajes Jesús menciona a Dios como su Padre: Mateo 7: 21;  10: 32;  12: 50; Marcos 13: 32;  14: 36;  15: 34; Lucas 2: 49;  22: 42; Juan 2: 16; 3:16-17 y 36;  5: 17 y 20;  6: 37-39;  8: 16;  11: 41-42;  12:26 y 49;  14: 2,  13, 20, 23 y 31; 15: 1, 9, 10, 15, 16, 24;  16: 27-28 y 32;  18:11;  20: 17 y 21; Apocalipsis 3: 5; etc.


Además los apóstoles nombran al Padre y al Hijo entre otros pasajes en: Mateo 17: 5; Hebreos 1: 1-2 y 5: 5; 1ª Juan 5: 5; 1ª Corintios 15: 22-28; 2ª Pedro 1: 16-18;  Efesios 3: 14  y  5: 7-10; 1ª Juan 4: 14-15  y  5: 1;   2ª Juan, verso 9; etc.


En realidad, el Padre siendo la primera autoridad del universo, dio toda potestad al hijo (Mt. 28: 18-20; Jn. 17:1-2; Fil. 2:5-11; He. 1: 5-6; etc.).


Y al final el Hijo devolverá al Padre la potestad que recibió de Él (1ª Co. 15: 22-28).


Ahora bien, somos salvos es por creer en Jesucristo hombre, el Hijo de Dios (Jn. 3:36 y  20:31; 1ª Jn. 5: 10-12; 1ª Ti. 2: 5; etc.).


Es pertinente ratificar que Jesucristo también es Dios como lo comprobaremos más adelante, “porque en Él habita toda la plenitud de la Deidad (Col. 2: 9); pero no es por creer que Jesucristo es Dios que somos salvos, sino por creer que es el Hijo de Dios. Porque Jesús el hombre obedeció al Padre, es que pudo reemplazar a los pecadores en la cruz y llevar el castigo de todos nuestros pecados: Y aunque era Hijo, por lo que padeció, aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen y fue declarado por Dios, sumo sacerdote según el orden de Melquisedec” (He. 5: 7-10).


6. 4. El conocer


La palabra conocer en la Biblia tiene varios significados. Uno de ellos se refiere a la relación matrimonial entre un hombre y su mujer. Por eso dice en Génesis 4:1 “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió…


Y cuando un ángel del Señor le dice a la virgen María que va a dar a luz un hijo, ella le pregunta: “¿Cómo será esto? Pues no conozco varón?” (Lucas 1:31-34).


Asimismo en la unión matrimonial se habla de que los dos serán uno solo: “Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne” (Génesis 2:24).


En la relación del creyente con su Creador, la Biblia habla de una unión como la del esposo con la esposa: “Porque tu marido es tu Hacedor” (Is. 54:5).”Y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo” (Is. 62:5). En aquel tiempo, me llamarás Ishi (que significa Mi marido)…Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová” (Os. 2:16-20).


Por eso cuando aceptamos a Cristo como Señor y Salvador somos incorporados a su cuerpo y pasamos a ser uno con Él. Y por eso es que el mismo Señor Jesucristo le dice al Padre Celestial en aquella preciosa oración: “Y esta es la vida eterna: Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien has enviado” (Jn. 17:3).



6. 4. Jesucristo, verdadero Dios


Son muchísimos los textos bíblicos que demuestran la divinidad de Jesucristo.  Analizaremos solamente algunos:


v  Is. 9: 6: Se refiere a Jesucristo como “Dios fuerte y Padre eterno”. En algunas biblias de los testigos de Jehová no aparece este texto.


v  Mt. 1: 23: Jesucristo es Emnanuel, que quiere decir Dios con nosotros”.


v  Lc. 1: 47: Cuando la virgen María dice “Dios, mi Salvador”, se está refiriendo a Jesucristo.


v  Jn. 1: 1: “El verbo era Dios (el Verbo es Jesucristo) En la Biblia de los “testigos de Jehová” le quitaron la mayúscula a “Dios”.  En las demás Biblias aparece “El Verbo era Dios”, o sea Jesucristo.


v  Mt. 28: 9 y 17; Lc. 24: 52; Jn. 9: 38: Los discípulos, las mujeres y el ciego lo adoraron y Él lo permitió.


v  Jn. 20: 28-29: Tomás le dice a Jesús “Dios mío” y Jesús no lo contradice, sino acepta que le diga Dios.


v  Ro. 9: 5: “Cristo, Dios sobre todas las cosas”.


v  1ª Jn. 5: 20: “Jesucristo, verdadero Dios”.


v  1ª Ti. 3: 16: Hablando de Jesucristo dice que “Dios se manifestó en carne”.


v  Tit. 2: 13 y 2ª. P. 1: 1 se refieren a Jesucristo como “Nuestro Dios y Salvador”


v  En Ap. 5:11-14 el apóstol Juan ve que  toda la creación adora al Cordero.


v  Además Jesucristo posee todos los atributos divinos:


v  Omnipotente (Mt. 28: 18; Ap. 1: 8).


v  Omnisciente (Jn. 4:17-18; 21: 17).


v  Omnipresente (Ap. 3: 20).


v  Eterno (Mi. 5: 2 b; Jn. 1: 1-3; 8: 58).


v  Etc.


6. 5. Jesucristo, verdadero hombre.


“En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo”. (1ª Jn. 4: 2-3). En el texto anterior, y en 2ª Jn. verso 7, el apóstol Juan nos alerta sobre esta verdad: El espíritu del anticristo negará la humanidad de Jesucristo. Pero la palabra de Dios prueba con lujo de detalles que Jesucristo se hizo hombre por amor al hombre.  Analicemos solamente algunos textos:


v  “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer” (Gá. 4: 4). Siendo nacido de una mujer, recibió la naturaleza humana de María su madre (Mt. 1: 18-25; Lc. 2: 4-7).


v  Manifestó las limitaciones humanas porque:


1.    Tenía cuerpo humano “Visto y palpado” por sus discípulos (1ª Jn. 1: 1).


2.    Estuvo sujeto a crecimiento (Lc. 2: 40-52).


3.    Sintió cansancio (Jn. 4: 6).


4.    Tuvo hambre (Mr. 11: 12).


5.    Padeció  sed (Jn.  4: 7).


6.    Tuvo necesidad de dormir (Lc. 8: 23).


7.    Tenía alma humana (Mt. 26: 38; Mc. 14: 34).


8.    Tenía espíritu humano (Mt. 27: 50;  Lc. 23: 46; Jn. 19: 30).


9.    Fue tentado aunque no pecó (Mt. 4: 1-11; He. 2. 14-18 y 4: 15).


10. Se regocijó (Lc. 10: 21).


11. Se entristeció (Mt. 26: 38; Lc. 22: 44).


12. Lloró junto a la tumba de su amigo (Jn. 11: 35).


13. Tuvo que ser fortalecido por el Padre (Lc. 22: 42-44).


14. Experimentó dolor (1ª P. 4: 1).


15. Padeció (1ª P. 2: 21, 23).


16. Murió (Jn. 19: 33-34; 1ª Co. 15: 3).


17. Se llamó a sí mismo Hijo del Hombre”, dando a entender su condición humana (Lc. 9: 44).


Siendo Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre, es el único que puede restablecer la relación entre Dios Padre y la humanidad. Podemos ilustrar esto de la siguiente forma:


 






Como vemos, Jesucristo siendo Dios y Hombre a la vez es la intersección perfecta entre Dios y el hombre.


Ahora bien, el que murió en la cruz no fue Jesucristo Dios, sino Jesucristo Hombre, su naturaleza humana, el Hijo de Dios, a quien el Padre resucitó de entre los muertos (Hch. 10: 40; Ro. 10:9). Por eso, es una herejía decir que Dios murió y resucitó. Si Dios hubiera muerto, dejaría de ser Dios.


6. 6. Nombres de Jesucristo


Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de paz (Is. 9: 6); Jesús, que significa “Salvador” (Mt. 1: 21); Emanuel, que significa “Dios con nosotros” (Mt. 1: 23); Hijo de David (Mt. 12: 23); Hijo del Hombre (Mt. 25: 31); Maestro (Mt. 23: 8); el Cristo, que significa el ungido (consagrado) en Griego y el Mesías en Hebreo (Dn. 9: 26; Mt. 27: 17; Jn. 1: 41; 4: 25); el Salvador (Lc. 1: 47); el Hijo de Dios (Lc. 4: 41); el Verbo de Dios (Jn. 1: 1; Ap. 19: 13); el Cordero de Dios (Jn. 1: 29); el Santo y Justo (Hch. 3: 14); el autor de la vida (Hch. 3: 15); el Señor (Ro. 10: 9); el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el que es, el que era y el que ha de venir, el Todopoderoso (Ap. 1: 8); el Redentor (Job 19: 25; Ap. 5: 9); el Rey de reyes y Señor de señores (Ap. 17: 14; 19: 16); el Camino, la Verdad y la Vida (Jn. 14: 6); la Roca (1ª Co. 10: 4); la Puerta (Jn. 10: 7-9); el Buen Pastor (Jn. 10: 11-14);  la Luz (Jn. 8: 12; 9: 5; 12: 46); el Pan de Vida (Jn. 6: 35, 51); la Vid Verdadera (Jn. 15: 1); el León de Judá (Ap. 5: 5), Fiel y Verdadero (Ap. 19: 11), etc.


6. 7. Y  Cristo volverá


Leer Mt. 24: 29-51; 25:13 y 31-46; Mc. 13: 24-37; Lc. 12: 35-40; 17:24-37; 21: 25-36; Jn. 14: 3; 1ª Co. 15: 51-54: Fil. 3: 20-21; 1ª Tes. 4:13-18 y 5:1-11; 2ª Tes. 1:10; 2ª P. 3:9-15; Ap. 19:11-16 y 22: 7, 12, 20.


6. 8. La persona del Espíritu Santo.


6. 7. 1. Una persona es alguien que tiene personalidad, conocimiento y capacidad para decidir y actuar. El Espíritu Santo es una persona porque:


v  Enseña, por tanto tiene conocimiento (Neh. 9: 20; Lc. 12: 12; Jn. 14: 26).


v  Traslada (Ez. 8:3; Mt. 4: 1).


v  Convence (Jn. 16: 8).


v  Conduce (Mt. 4: 1).


v  Oye y guía (Jn. 16: 13).


v  Habla (Hch. 8: 29; 10: 19; 1ª Ti. 4: 1; Ap. 2: 7).


v  Intercede por nosotros (Ro. 8: 26)


v  Escudriña (1ª Co. 2: 10).


v  Da libertad (2ª Co. 3: 17).


v  Se contrista, o sea que se entristece (Ef. 4: 30).


v  Toma decisiones (Hch. 13: 2).


v  Testifica (Ro. 8:16; 1ª. Jn. 5: 6).


v  Ordena e impide (Hch. 16: 6-7; 13: 2).


v  Entrega dones que son regalos (Ro. 12: 6-8; 1ª Co. 12: 8-11; 28-31) a través de los cuales nos da su guianza (Jn. 16: 13), su poder (Hch. 1: 8) y su revelación (1ª Co. 2: 10; 14: 3).


6. 7. 2. Símbolos del Espíritu Santo


v  El agua (Ez. 47: 1-12; Jn. 7: 37-39).


v  El aceite (1ª. S. 16: 13; Stgo. 5: 14).


v  El fuego (Hch. 2: 1-18).


v  La paloma (Mt. 3:16).


6. 7. 3. El fruto del Espíritu Santo (Gá. 5: 22-23)


Es el que moldea el carácter del creyente, el que identifica a los discípulos de Cristo (Mt. 7: 15-20) y el que debemos manifestar para que el Padre nos conceda todo lo que le pidamos en el nombre de su Hijo Jesucristo (Jn. 15: 16).


Nota: En la lección titulada “El perfil del discípulo” continúa la  información sobre el fruto de Espíritu Santo.


EVALUACIÓN



1.    Enumere los nombres de Dios y su significado.

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2.    Escriba tres atributos exclusivos de Dios



3.    Mencione 3  pasajes en donde se mencionen las tres personas de la Divinidad.

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4.    Enumere tres pruebas de la personalidad del Espíritu Santo.

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5.    Pruebe con la Palabra de Dios que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre.

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6.    ¿Cuál es el nombre de Dios que aparece mayor número de veces en el Antiguo Testamento?


7.    Memorice los nombres de Jesucristo



8.    Coloree en su biblia los textos analizados y trate de memorizar la cita y la idea central de cada uno.


9.    Lea Jn. 6:38,  10:10 y 11:52; Col. 1: 20-22;  1ª Ti. 1: 15; He. 2: 14. Enumere ahora a qué vino Jesús. Lea Jn. 19: 28-30 y Lc.24: 44-47. ¿Cumplió Jesús la misión del Padre?

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